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Dientes de los bebés, niños, niñas y adolescentes

Descubre cómo prevenir las caries y los demás problemas dentales de los bebés, niños, niñas y adolescentes.

Dientes de los bebés, niños, niñas y adolescentes
Pódcast Espacio Crianza: 
DIENTES, nuestra odontopediatra resuelve las dudas de madres y padres

Pódcast: DIENTES, nuestra odontopediatra resuelve las dudas de madres y padres

La Dra. Sara Caamaño, @cuidandosusdientes, es odontopediatra, ortodoncista, asesora de lactancia materna y profesora de universidad. Trabaja en la Clínica Dental Barroso en Leganés (Madrid). Resuelve nuestras dudas sobre los dientes de los bebés, niños y niñas en esta entrevista. Puedes escuchar nuestro pódcast en Spotify y en Youtube Music.

Taller de Higiene Oral desde el Recién Nacido hasta la Adolescencia

Taller de Higiene Oral desde el Recién Nacido hasta la Adolescencia en Leganés, Madrid. Espacio Crianza.

📅 Fecha: viernes, 24 de marzo de 2023.

🕒 Horario: 17:30-18:30.

📍 Lugar: Centro Cívico José Saramago (planta 1, sala 4), Leganés (Madrid).

💰Precio: ¡GRATIS!

👶 Los bebés, niños, niñas y adolescentes son bienvenidos.

✉️ Reserva tu plaza en: crianzaleganes@gmail.com.

👉 Descubre todas las actividades de la  Asociación Espacio Crianza en nuestro calendario.

¿El llanto de un bebé puede deberse a la salida de los dientes o hay que buscar otras causas?

No es el síntoma más frecuente, ni el más común. La salida de los dientes o erupción dental es un proceso constante y lento. No nos levantamos un día y vemos un diento entero en la boquita de nuestro bebé, así de la noche a la mañana. Sino que un día nos fijamos y vemos la puntita de un diente asomando, al día siguiente vemos la puntita y un poquito más y así hasta que, con los pasos de los días, ese diente acaba de salir por completo. Hay procesos de erupción dental que son más largos, depende del niño, otras veces incluso salen varios dientes a la vez.

Los síntomas principales de salida de los dientes son un aumento de la salivación y una mayor irritabilidad en el comportamiento de nuestro bebé. Esta mayor salivación se asocia con un enrojecimiento del culete (que también causa una molestia). La irritabilidad en el comportamiento la vamos a detectar, porque el bebé demanda más a los padres, rechaza juguetes con lo que normalmente juega, está más inquieto, alarga más las tomas o demanda más tomas. Por lo tanto, estos son los dos principales síntomas que tenemos tener en cuenta.

¿Qué podemos hacer para ayudar a aliviar los síntomas en el proceso de salida de dientes? El frío nos puede venir muy bien. Podemos usar polos de leche materna o también podemos congelar o meter en la nevera mordedores para que el frío libere esa inflamación que tiene lugar en la boca por la erupción de los dientes. También se pueden ofrecer mordedores, sin refrigerar, con diferentes texturas o alimentos de textura más sólida, porque al morder ayudamos a disipar esa inflamación.

¿Cuándo es necesario llevar al bebé al odontopediatra? ¿Y cada cuánto tiempo?

A día de hoy, la regla general es que el bebé acuda por primera vez al odontopediatra en el primer año de vida o con la salida del primer diente. Luego, lo solemos ver cada 6 meses. No obstante, hay que tener en cuenta que es la regla general y cada bebé es un mundo. Hay que individualizar cada caso, porque hay ciertas patologías o condiciones que requieren un mayor control. Por lo tanto, dichas revisiones deben ser más cortas en el tiempo.

Por otra parte, hay países como Brasil en los que se recomienda que la madre embarazada vaya al odontopediatra por primera vez para recibir recomendaciones sobre tetinas de biberón, chupetes, mordedores… para tener toda la información disponible antes de que el bebé nazca y tomar las decisiones oportunas en base a la información que se les da en consulta.

¿A partir de qué edad hay que cepillarle los dientes a un bebé? ¿Cuánto flúor debe tener la pasta de dientes?

Debemos empezar a cepillar a nuestro bebé en el momento en el que vemos que le sale el primer diente. Desde que vemos que asoma la puntita del primer diente hay que empezar a cepillar. Lo ideal es cepillarle los dientes unas dos o tres veces al día y hay que acompañar el cepillado con pasta fluorada de 1000 ppm de flúor. Para comprobar esta cantidad, debemos darle la vuelta al tubo de pasta dientes y buscar en los ingredientes que tenga esta cantidad. Si figura menos, estaremos fuera del rango. Aunque en el tubo ponga que es para más de 3 años, no debemos tener miedo a que ponga más edad. A partir de los 5 o 6 años (cuando le queda poco para que le salgan los primeros dientes permanentes), se recomienda usar pasta de 1450 ppm de flúor.

La cantidad de pasta de dientes que debemos usar en bebés (hasta los 3 años) es raspada, un pelín de pasta y raspadito. Cuando son un poco más mayores, se usará la cantidad de pasta de dientes correspondiente a un granito de arroz y, más adelante, la cantidad equivalente a un guisante. Siempre es preferible quedarnos un poco cortos que poner demasiada pasta de dientes.

Por otra parte, conviene individualizar las concentraciones de flúor de la pasta de dientes. A veces, hay que usar pasta de dientes de 1450 ppm de flúor, aunque el niño sea más pequeño, debido al riesgo de caries.

Algunos profesionales relacionan las caries con la lactancia materna. ¿Qué opinas?

La asociación de lactancia materna y caries sigue siendo, a día de hoy, un tema controvertido y podemos encontrar profesiones con diversas opiniones. Según la evidencia científica más actualizada, la lactancia materna es un factor protector frente a la caries dental.

Lo que debemos saber también es que la saliva tiene unas defensas que están preparadas para proteger a los dientes frente a un número de exposiciones limitadas. Por lo tanto, en el caso de un bebé lactante que empiece con la alimentación complementaria es inevitable que estas exposiciones a alimentos aumenten. La clave consiste en cepillar los dientes desde la erupción del primer diente para que, aunque aumente el número de exposiciones que pueda soportar, no haya un periodo ventana en el cual los dientes estén desprotegidos y se instauren las caries.

También debemos tener en cuenta que, en las dietas actuales, es frecuente que los bebés empiecen a tomar azúcar desde muy pequeños. El azúcar es una de las peores cosas que le podemos dar a los dientes y ayuda a que se formen caries, por ello insisto en el cepillado desde la salida del primer diente.

¿Cómo podemos saber si nuestro bebé tiene anquiloglosia (frenillo corto)?

El frenillo lingual es la telita que une la punta de la lengua con el suelo de la boca. En los primeros días de vida suele ser la madre la que da la voz de alarma, porque su peque no logra una lactancia exitosa. Las tomas son cortas, tenemos un bebé agotado que llora con frecuencia, la madre suele presentar dolor durante y después de las tomas. Nos debemos fijar en que, cuando el bebé llora, la lengua debe subir arriba hacia el paladar. Asimismo, cuando el bebé está dormido, si saca mucho la lengua o si, al abrirle un poco la boca, vemos que la lengua no está apoyada en el paladar, también puede ser un síntoma de que el bebé tiene un frenillo corto.

En algunos casos, se puede llevar a cabo una lactancia materna buena y efectiva a pesar de la anquiloglosia. En estos casos, se descubre la presencia de este frenillo corto cuando el bebé empieza a comer, porque vemos que hace bola con la comida, que tarda mucho en tragarla y la pasa de un lado al otro. También se puede detectar más adelante, cuando empieza a hablar, porque el peque tiene dificultades para pronunciar palabras que contienen las consonantes “R” o “S” (para pronunciarlas bien, la lengua debe tocar el paladar).

¿Cómo se trata la anquiloglosia? Primero debe estar bien diagnosticada por un profesional. Cuando el bebé es muy pequeño, hay que valorar las tomas y al bebé para ver si realmente es necesario cortar el frenillo lingual. Si el bebé es más mayor, también hay que valorarlo, pero se suele intentar primero darle una mayor funcionalidad al frenillo mediante un logopeda o un fisioterapeuta.

¿Es cierto que es importante ejercitar la masticación para el correcto desarrollo de la mandíbula?

Es correcto. Ejercitar la masticación es clave, tanto para el desarrollo de la mandíbula como para el resto de las estructuras faciales. En los últimos años, el ser humano se ha vuelto un poco vago. Estamos acostumbrados a tomar alimentos de texturas blandas, de poca consistencia. Por eso, hay personas que ya no tienen las muelas del juicio cuando son adultos. Antes, el ser humano primitivo consumía carne cruda, así que necesitada a las muelas del juicio para poder desgarrar mejor los alimentos duros. Como poco a poco la dieta del ser humano ha ido avanzando, se empezaron a cocinar los alimentos hasta el punto de hacemos todo papillas, así que el cuerpo se ha hecho vago hasta el punto de no ejercitar la musculatura, ni el ejercicio de masticación.

Lo que se recomienda es que la alimentación, sobre todo en las primeras fases de vida, sea con alimentos de consistencia dura, seca y fibrosa. De esta forma, conseguimos que se estimule el crecimiento de los huesos de la cara. En el futuro, al conseguir que estos huesos crezcan más, los dientes de leche tendrán espacio entre sí. De forma, cuando salgan los dientes definitivos, van a tener más espacio y se evitará que estos niños tengan que usar ortodoncia.

¿La respiración oral en lugar de nasal puede hacer que nuestro hijo o hija necesite ortodoncia más adelante?

Efectivamente, de la misma forma que la masticación de alimentos más duros es clave para que se desarrollen las estructuras faciales, la otra clave es que se realice una respiración nasal. El ser humano está diseñado para inspirar por la nariz. Al coger el aire por esa estructura tiene un recorrido más largo, pero se produce un proceso de filtración. Cuando respiramos por la boca, nos ahorramos ese camino, pero ese aire no llega igual de depurado a los pulmones.

Por otro lado, siempre que puede ahorrar energía en algo, lo va a hacer. Por lo tanto, cada vez que se establezca una respiración oral, será más difícil volver a una respiración nasal. Si no se usa la nariz, se va a ir atrofiando. A la vez, al respirar por la boca, la lengua se posiciona más abajo en el suelo de la boca, entonces la mandíbula se queda en una posición más retrasada (más pegada a la garganta). Ese huesito de abajo, que es la mandíbula, se va quedando más desacompasado en el crecimiento de las estructuras faciales. Entonces, es muy probable que estos niños que respiran por la boca (respiración oral) necesiten ortodoncia para volver a compensar el crecimiento de las estructuras faciales y también para crear espacio. Este huesito, al no crecer tanto como los demás, muchas veces no tiene luego el espacio suficiente para albergar a los dientes permanentes.

¿Nos puedes recomendar cuentos, vídeos o apps para animar a los niños y niñas a cepillarse los dientes?

A día de hoy, hay un montón de recursos, pero el mejor ejemplo y la mejor motivación es que los niños vean en casa que los adultos también se cepillan los dientes. Una cosa que funciona muy bien es cepillarse a la vez. Se cepillan los padres, se cepilla el niño y luego se repasa al niño.

Pepa Pig va al dentista

Apps divertidas para cepillarse los dientes

Disney Magic Timer

En esta app podemos elegir un personaje Disney y sirve de cronómetro para cepillarnos los dientes.

Mimizaur: Higiene Dental

Es una de mis aplicaciones favoritas, porque sirve para que el niño juegue y se instaure mejor el hábito de cepillarse los dientes.

Descubre más aplicaciones y recursos para cepillarse los dientes en el perfil de Instagram @cuidandosusdientes:

https://www.instagram.com/p/Cki42CfN6cF

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